Obsession

Capítulo III : Dos minutos

Estábamos en el auto; mi cabeza estaba apoyada en su hombro, su brazo en el mío. A donde supuestamente estábamos yendo, la ansiedad me carcome. Por ratos tengo miedo de lo que pueda pasar en síntesis yo no lo conocía realmente.
De pronto me quedé dormida o tal vez soñando despierta, que pensarían mis amigas o como reaccionarían al saber que él, Justin Bieber*, todo lo que creíamos lindo en un chico lo tenía él. Y yo estaba a su lado, tan cerca, sin hacer nada, sin contarle la infinidad de cosas que en toda mi vida pensé en decirle. Tal vez no me creerían, ellas me entienden y siempre me ayudaron en todo; Carolina solo me dijo: "Todo fue un sueño, es lindo que sueñes esas cosas y parecen tan reales siempre me pasa". La foto no le llegó. Me gustaría que Mercedes esté acá para darme un buen consejo, ella es mi mejor amiga, la que nunca me falló desde que la conozco nunca me dejó sola ni siquiera cuando estábamos peleadas. Es una amiga de oro, es rubia con ojos grises, vive en la misma cuadra que yo. Desde los 7 años que pasamos horas en el parque hablando de hasta lo imposible, es de esas personas que te encanta tener cerca.
Me vibraba el celular, atendí.
- Hola?
- Hola, donde estás? - era Carolina
- en un auto, que pasa?
- COMO? DE QUIEN?! ESTAS BIEN?- no pude evitar reírme un poco, aunque me asustó que se alterara tanto
- tranquila, tranquila estoy bien, no te preocupes
- Pero, con quien?
- un amigo, que pasa?
- nada te quería contar algo privado por eso pregunté donde estas. Por hay estabas ocupada pero dejá, después te cuento- su tono sonó raro y enojado a la misma vez, muchas preguntas en mi cabeza
- Ok, un beso después te llamo
- Cuidate- esa palabra resonó en mi cabeza, tal vez ella estaría preocupada por mí? Cortó.

Guardé el celular y mi cabeza volvió a su preciada posición. Pasaron algunos minutos, el ruido del motor del auto , el frío y la lluvia se jugaban para hacerme dormir. Él no estaba manejando, la verdad no sé quien era. En un momento sentí que me miraba, solo llegué a sonreír como una tonta no supe que hacer. Ni en mis sueños más locos podría haber imaginado una situación así, era la mejor pesadilla de todas.
Pasaron dos minutos más, el auto estaba andando cada vez más lento, mi corazón latía a mil ya no me importaba nada. De pronto, sentí la respiración de Justin* cerca de la mía, me quedé inmóvil solo fue eso. El auto finalmente paró, su voz al oído me dijo "Ya llegamos" era imposible disimular mi sonrisa. Estaba lloviendo, me tomó la mano y me hizo bajar con cuidado del auto, podía escuchar muchas voces, creo que había un paraguas sobre mí por eso no me mojaba. Entramos, había mucha luz, se sentía el ruido de la lluvia. Quería preguntarle donde estábamos pero me contuve, había mucha gente por lo que podía oír y parecía un lugar espacioso....


*sos libre de cambiar el nombre de la protagonista y del protagonista.